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jueves, 22 de noviembre de 2012

El misterioso Puma Punku

Tiahuanacu (también llamado Tiwanaku) es un antiguo complejo arquitectónico y actual yacimiento arqueológico de Bolivia, ubicado en altiplano central de boliviano a 20 km al sureste lago Titicaca. El lugar ha representado un misterio para arqueólogos y científicos desde que el español Cieza de León descubriera las ruinas en el año 1549. El desconcierto radica en la edad exacta del complejo que se estima de más de 17.000 años y la tecnología utilizada para montar las peculiares piedras con las que está diseñado. Hoy en día existen pocas dudas de que Tiahuanaco fue un importante centro ceremonial sagrado y el punto focal de una cultura que se extendió por gran parte de la región. En el pueblo existe una estructura escalonada similar a las pirámides conocida como el Akapana.

Uno de los monumentos más reconocidos de Tiahuanaco es la “puerta del sol”, un enorme bloque de piedra erigido y decorado con un fresco. En la imagen anterior se puede ver detrás del monolito de piedra.

Descripción de Tiahuanacu.

Tiahuanacu se encuentra casi en el centro mismo de la gran cuenca terrestre de los lagos Titicaca y Aullagas, y en el corazón de una región que puede ser adecuadamente caracterizado como el Tibet del Nuevo Mundo. Está localizado a una altura de 12,900 pies sobre el mar, en un terreno amplio y abierto, sin protección del frío y la humedad características de esta zona árida. En dicho lugar nos encontramos con la evidencia de una civilización antigua, considerada por muchos como la más antigua y la más avanzada de todo el continente americano.
El lugar está rodeado por restos de templos, los vestigios de un palacio, numerosas construcciones e ídolos tallados en imponentes monolitos. Desde su descubrimiento, el lugar ha padecido importantes movimientos sísmicos que han reducido considerablemente las ruinas y el desmando los objetos de gran valor arqueológico.

El Misterio de Puma Punku

Las ruinas de Tiahuanuco han sido consideradas por todos los estudiantes de antigüedades americanas como el lugar más interesante e importante, y al mismo tiempo más enigmático, de cuantas existen en el continente americano.

La mayoría de los arqueólogos fueron vencidos en sus intentos por penetrar en el misterio de su origen, y se contentaron con asignar una antigüedad más allá de los otros monumentos de América, ubicando a ésta civilización desconocida en un solitario lugar en el tiempo. Según los estudios más relevantes, se cree que ésta civilización desapareció antes de la aparición de los Incas y en una época más contemporánea con la de Egipto y Oriente.

 



Gigantes y Venusianos

Las leyendas locales asociadas a Tiahuanaco y la escasa información recopilada hasta ahora permitieron a algunos autores elaborar las hipótesis más extravagantes acerca de los orígenes de la misteriosa ciudad.

El reino de los gigantes.

A comienzos de la década de 1950, apoyándose en las teorías del alemán Hoerbiger, Denis Saurat elabora una increíble teoría: hace 3.000.000 años, la Luna habría estado tan cerca de la Tierra que su fuerza de gravitación habría provocado el nacimiento de una raza de gigantes de tres metros de estatura y, al mismo tiempo, la formación alrededor del planeta de un anillo estático de aguas oceánicas que se elevaba a más de 3.000 metros en la región andina. Por lo tanto, en esta época, Tiahuanaco habría sido un puerto marítimo habitado por ¡gigantes humanos altamente civilizados!

La colonia venusiana

Hacia 1960, un «renovador de la religión de "Sol inca", un tal Beltrán García, supone que una astronave originaria de Venus se habría posado sobre la ribera del Titicaca y que sus tripulantes habrían fundado Tiahuanaco en ese lugar. Estos acontecimientos se habrían producido hace cinco millones de años… Los ídolos gigantes serían las representaciones de viajeros venusianos. Trasladando el hecho a unos 10.000 años antes de nuestra era, Robert Charroux sostiene también que los venusianos vinieron a fundar una especie de colonia en Tiahuanaco, porque ahí se encontraba uno de los escasos lugares sobre la Tierra que se asemejaban a su medio natural.

La Atlántida.

Algunos de estos exploradores extraterrestres habrían venido a visitar la Tierra arriesgando su vida, y gracias a ellos habrían nacido las grandes civilizaciones antiguas. Tiahuanaco y la Atlántida serían sólo una… Sin embargo, al no poder aclimatarse a la Tierra, los venusianos habrían desaparecido, dejando su último mensaje sobre el fresco de una de las construcciones: la «puerta M Sol». Estas lucubraciones dan testimonio de la extraña fascinación que parece ejercer el planeta Venus sobre los astrónomos de las civilizaciones precolombinas.


Fuente: Web Asustados

miércoles, 31 de octubre de 2012

Göbekli Tepe

Göbekli Tepe (en turco "Colina panzuda") es un antiguo santuario que se levanta en el punto más alto de una extensa cadena montañosa situada a unos 15 km. al nordeste de la ciudad de Sanliurfa (antigua Urfa/Edessa), en el sudeste de Turquía, cerca de la frontera con Siria. El lugar, que actualmente está siendo excavado por arqueólogos turcos y alemanes, fue levantado por cazadores-recolectores en el X milenio a.C. (ca. 11.500 años atrás), antes de que comenzara la sedentarización. Misteriosamente, todo este complejo de piedras, pilares y esculturas, fue deliberadamente enterrado sobre el 8000 a.C., permaneciendo abandonado por espacio de 500 años. Juntamente con Nevali Çori, este yacimiento ha revolucionado la comprensión del Neolítico euroasiático.

Fue señalado ya en una prospección norteamericana en 1964, cuando reconocieron que la colina podía no ser enteramente natural, pero asumieron que yacía debajo un cementerio bizantino. Desde 1994 las excavaciones han sido dirigidas por el Instituto Alemán de Arqueología (Deutsches Archäologisches Institut) y los científicos turcos del Museo de Sanliurfa, bajo la dirección del arqueólogo alemán Klaus Schmidt. Según Schmidt, los fragmentos de piedra que se encontraban en la superficie lo llevaron a deducir inmediatamente que aquel era un sitio prehistórico. Anteriormente, la colina había sido cultivada durante generaciones y los habitantes locales habían removido las rocas, apilándolas en montones para despejar sus campos; muchas evidencias arqueológicas han podido ser destruidas durante este proceso. Investigadores del Hochschule Karlsruhe comenzaron a documentar los vestigios arquitectónicos y pronto descubrieron las columnas en forma de T, algunas de las cuales han sufrido aparentemente intentos de destrucción.

Göbekli Tepe es el lugar de culto religioso más antiguo del mundo descubierto hasta ahora.2 Hasta que las excavaciones comenzaron, no se consideraba posible un complejo de este tamaño para una comunidad tan antigua. La sólida secuencia estratigráfica sugiere varios milenios de actividad, posiblemente llegando hacia atrás hasta el Mesolítico.


El nivel de ocupación más antiguo (estrato III), datado en el Neolítico precerámico A (PPNA, por sus siglas en inglés) comenzaría hacia el 9000 a.C., y contiene pilares monolíticos enlazados entre sí por toscos muros que forman estructuras circulares u ovales. Hasta ahora se han descubierto cuatro construcciones de este tipo, que miden entre 10 y 30 metros de diámetro. Pero los reconocimientos geofísicos indican la existencia de 16 estructuras más.

El estrato II, datado en el Neolítico precerámico B o PPNB, entre 7500-6000 a.C., reveló restos de varias habitaciones adyacentes de forma rectangular con pavimentos de cal pulimentada, que recuerdan los suelos de terrazo romano. El nivel más reciente consiste en sedimentos depositados como resultado de la actividad agrícola.

Los monolitos están decorados con relieves tallados de animales y de pictogramas abstractos. Estos pictogramas pueden representar lo que se interpreta habitualmente como símbolos sagrados, similares a los que en otras partes aparecen pintados en cuevas también neolíticas. Estos relieves figurativos, cuidadosamente esculpidos, representan leones, toros, jabalíes, zorros, gacelas, asnos, serpientes y otros reptiles, insectos, arácnidos y pájaros, especialmente buitres y aves acuáticas. En la época en que el santuario fue construido, el medio circundante era probablemente mucho más lozano que en la actualidad, siendo capaz de sostener gran variedad de vida salvaje; eso fue antes de que los muchos milenios de asentamientos humanos y la agricultura la convirtieran en la polvorienta región que es ahora.



Los buitres son también característicos de la iconografía de yacimientos neolíticos como Çatalhöyük y Jericó; se supone que en las culturas tempranas del Neolítico de Anatolia y el Próximo Oriente se exponía a los difuntos al aire libre de manera deliberada para que fuesen descarnados por los buitres y otras rapaces. La cabeza del difunto a veces era separada del cuerpo y preservada aparte, quizás como un signo de culto a los ancestros. Esto podría representar una temprana forma de entierro a cielo abierto, como todavía hoy lo practican los budistas en Tibet y los zoroastrianos en India.

Se han descubierto pocas formas humanoides en Göbekli Tepe: entre ellas encontramos un relieve que representa a una mujer desnuda, en postura frontal y agachada, que Schmidt relaciona con las figurillas pertenecientes al Neolítico del norte de África y conocidas como Venus accueillante. También aparece al menos un cuerpo decapitado rodeado por buitres. En algunas de estas columnas en forma de T hay brazos grabados que podrían representar humanos estilizados o dioses antropomorfos. En otro caso encontramos una decoración de manos humanas que podría interpretarse como un ademán de oración, con una simple estola grabada en la parte de encima; el conjunto ha sido propuesto como la representación de unos sacerdotes en un templo.

Las casas o templos son edificios megalíticos redondos. Los muros están hechos de piedra seca sin trabajar e incluyen numerosos pilares monolíticos de piedra caliza en forma de T con más de tres metros de altura. Otro par de columnas más grande aparece emplazado en el centro de las estructuras. Hay evidencias de que las estructuras estaban techadas: el par central pudo haber soportado el tejado. Las prospecciones geomagnéticas indican que debe de haber unas 200 pilares. Los pisos estaban hechos de terrazo (cal pulida) y hay un banco bajo adosado alrededor de todo el muro exterior.

Los relieves de los pilares incluyen zorros, leones, jabalíes, asnos salvajes, garzas, patos, escorpiones, hormigas, arañas, muchas serpientes y unas pocas figuras antropomorfas. Algunos de estos relieves han sido deliberadamente borrados, puede que como preparación para superponer sobre ellos nuevos diseños. Hay también esculturas exentas que podrían representar jabalíes o zorros, aunque, como están muy incrustadas de cal, es difícil decirlo. Estatuas similares han sido descubiertas en Nevali Çori y Nahal Hemar.

Las canteras de las estatuas han sido localizadas en la misma meseta; algunas columnas inacabadas han sido descubiertas allí mismo, in situ. La columna inacabada más grande mide 6,9 metros de largo, pero ha sido reconstruida con un total de 9 metros. Es mucho mayor que cualquiera de los pilares acabados encontrados hasta ahora. La roca fue extraída con picos de piedra. Las depresiones cóncavas que aparecen en la roca caliza han podido ser utilizadas como morteros o para hacer fuego durante el período anterior, el Mesolítico. También hay algunos diseños geométricos y falos grabados en la roca, pero su datación resulta incierta.

 Aunque las estructuras son, sobre todo, templos, recientemente pequeños edificios domésticos han sido descubiertos. A pesar de esto, queda claro que el uso primario del yacimiento fue ritual y no doméstico. Schmidt considera esta "catedral en la colina" como un lugar de peregrinación que atraía devotos desde más de ciento cincuenta kilómetros de distancia. El gran número de huesos con cortes y desgarramientos encontrados, de especies locales como el ciervo, la gacela, jabalíes y gansos han sido identificados como desperdicios derivados de su caza y preparación, más que procedentes de banquetes rituales.

El lugar fue deliberadamente abandonado en algún momento después del 8000 a.C.: los edificios fueron cubiertos con desechos de un asentamiento, que pudieron ser traídos de cualquier otra parte. Tales depósitos incluyen herramientas de sílex tales como rascadores y puntas de flecha, así como huesos de animales. El inventario lítico está caracterizado por puntas de Biblos y numerosas puntas Nemrik, así como puntas Helwan y puntas Aswad.

 Aunque los inicios del yacimiento pertenecen formalmente al Neolítico temprano (PPNA), hasta ahora no se han encontrado trazas de plantas o animales domesticados. Sus habitantes eran cazadores-recolectores que, no obstante, vivirían en aldeas por lo menos una parte del año. Schmidt especula con que el lugar jugó un papel clave en la transición a la agricultura, asumiendo que la organización social necesaria para la creación de tales estructuras iría ligada a la explotación organizada de productos vegetales salvajes. Para asegurar la subsistencia, puede que los cereales salvajes hayan sido utilizados más intensivamente que en épocas anteriores; quizás incluso eran deliberadamente cultivados. Análisis recientes del ADN de nuestro moderno trigo doméstico comparado con el del trigo salvaje han mostrado que este ADN es muy cercano en su estructura al trigo salvaje encontrado en el monte Karaca (Karacadag), a unos 30 kilómetros del yacimiento, llegándose a la conclusión de que fue allí donde el trigo moderno fue domesticado por primera vez.

Schmidt considera Göbekli Tepe como un lugar central del culto a los muertos, sugiriendo que los animales esculpidos estarían allí para proteger a los difuntos. Aunque no se han encontrado tumbas ni enterramientos, Schmidt cree que están todavía por descubrir debajo de los suelos de los círculos sagrados. Asimismo, interpreta esto en el contexto de las etapas iniciales de un incipiente Neolítico. Göbekli Tepe es sólo uno de los muchos sitios neolíticos en las cercanías del Karacadag, una de las áreas nucleares donde los investigadores creen que comenzó a gestarse la denominada revolución neolítica (los inicios del cultivo de cereales). Tanto Schmidt como otros creen que grupos móviles de esta área se vieron forzados a cooperar entre ellos para proteger las primitivas concentraciones de cereales silvestres de los rebaños de animales como las gacelas y los onagros (asnos salvajes). Este esfuerzo pudo conducir a la creación de una incipiente organización social de varios grupos en la región de Göbekli Tepe. Así, de acuerdo con Schmidt, el Neolítico no comenzaría a pequeña escala, en la forma de casos particulares de cultivo de huertos, sino que arrancó inmediatamente como una organización social de grandes proporciones ("una revolución a escala total")

Todas las conclusiones acerca de este yacimiento han de ser consideradas preliminares, ya que solamente alrededor de un 5% de su área total ha sido excavado hasta ahora: los niveles de suelo han sido alcanzados sólo en el segundo complejo (complejo B), apareciendo también un piso tipo terrazo. Schmidt cree que la excavación puede continuar durante otros cincuenta años y que "apenas ha arañado la superficie." Hasta ahora las excavaciones han revelado muy débiles evidencias de usos residenciales. Gracias al método del radiocarbono, el estrato III ha sido fijado circa 9000 a.C. (ver más arriba), aunque el inicio de la ocupación del lugar ha sido estimada hacia 11000 a.C. o incluso antes. El estrato II dataría de casi el 7500 a.C.  

Así pues, estas estructuras no sólo se anticiparían a la invención de la cerámica, la metalurgia, la escritura o la rueda, sino que fueron levantadas antes de la denominada Revolución neolítica, el comienzo de una economía agrícola y ganadera sobre el 9000 a.C. Pero la construcción de Göbekli Tepe implica una organización a un nivel de complejidad no asociado, hasta ahora, con las sociedades pre-neolíticas. Los arqueólogos estiman que más de 500 personas fueron necesarias para extraer estas columnas de 10-20 toneladas (aunque algunas pesan más de 50) de las canteras locales, y moverlas entre 100 y 500 metros hasta el yacimiento. El arqueólogo Ofer Ben-Yosef, de Harvard, dijo que él no se habría sorprendido si las evidencias superficiales mostraran que había estado implicada mano de obra esclava, lo cual representaría la primera constatación de que las comunidades de cazadores-recolectores (tradicionalmente consideradas igualitarias) practicaban la esclavitud. Es creencia generalizada que una élite de líderes religiosos supervisaría los trabajos y después controlaría cualquier ceremonia que tuviera lugar allí. Así, esta podría ser la más antigua evidencia conocida de una casta sacerdotal, anterior a la aparición de cualquier otra distinción social en el Próximo Oriente. 

Alrededor del inicio del 8º milenio a.C. la "colina panzuda" perdió su importancia. La incorporación plena de la región a la economía agrícola-ganadera permitió la aparición de nuevas realidades para sus habitantes y el "zoo de la edad de piedra" (como Schmidt lo denomina) representado en los pilares, aparentemente perdió cualquier significado que pudo haber tenido para las antiguas comunidades forrajeadoras de la región. Mas el complejo no fue simplemente abandonado y olvidado, para ser gradualmente destruido por los elementos, sino que fue deliberadamente enterrado bajo 300-500 metros cúbicos de tierra. El porqué de este comportamiento nos es desconocido, pero preservó los monumentos para la posteridad. 

Göbekli Tepe es visto como un descubrimiento arqueológico de la mayor importancia, a partir del cual cambia profundamente nuestra comprensión de una etapa crucial en el desarrollo de las sociedades humanas. Parece ser que la construcción de complejos monumentales estaba entre las capacidades de los cazadores-recolectores y no solamente entre las comunidades sedentarias de agricultores, como se había asumido anteriormente. En otras palabras, como su excavador Klaus Schmidt estima: "primero llegó el templo, después la ciudad. Esta revolucionaria hipótesis podrá ser apoyada o modificada por futuras investigaciones. 

Este lugar es único y no sólo por sus grandes dimensiones, sino también por la existencia de múltiples capillas columnadas pegadas las unas a las otras. No hay complejos monumentales comparables para esta época. Nevali Çori, un asentamiento neolítico bien conocido y también excavado por el Instituto Alemán de Arqueología, sumergido por la presa Atatürk desde 1992, es 500 años más tardío, sus pilares en forma de T son mucho más pequeños y sus capillas estaban al lado de la aldea. La casi contemporánea arquitectura de Jericó está desprovista de mérito artístico o de escultura de gran tamaño. Y Çatalhöyük, posiblemente el más famoso de los asentamientos neolíticos de Anatolia, es unos 2000 años posterior.
Schmidt está ocupado con ciertas especulaciones relativas a los sistemas de creencias de los grupos que crearon Göbekli Tepe, basándose en comparaciones con otras capillas y asentamientos. Supone que se daban prácticas chamánicas y sugiere que las columnas en forma de T podrían representar criaturas míticas, quizás ancestros, considerando que, para él, unas creencias en dioses completamente articuladas solamente se desarrollarían más tarde en Mesopotamia, asociadas a extensos templos y palacios. Encontraría correspondencias con una antigua creencia sumeria según la cual la agricultura, la ganadería y el tejido de fibras fue entregado a la humanidad en la sagrada montaña Du-Ku, donde habitaban las deidades Annuna, dioses muy antiguos sin nombres individuales. Klaus Schmidt identifica esta historia como un mito primitivo oriental que preservaría una memoria parcial del Neolítico. Aparentemente, los animales y otras imágenes no proporcionan indicación alguna de violencia organizada; no hay representaciones de cacerías o de animales heridos, y los relieves de los pilares ignoran especies como el ciervo, de las cuales subsiste mayoritariamente la sociedad, en favor de criaturas temibles como leones, serpientes, arañas o escorpiones. 

Actualmente, Göbekli Tepe suscita más preguntas a los arqueólogos y prehistoriadores que respuestas ofrece. No sabemos como un grupo humano tan grande como para construir, aumentar y mantener este considerable complejo fue movilizado y pagado o alimentado en las condiciones sociales previas al Neolítico. No podemos "leer" los pictogramas y no sabemos realmente qué significaban los relieves animales para los visitantes del lugar; la variedad de fauna descrita, desde leones y jabalíes hasta pájaros e insectos, hace problemática una única explicación. Al haber muy poca o ninguna evidencia de hábitat y siendo predadores la mayoría de los animales grabados en las piedras, estas han podido ser concebidas para conjurar demonios a través de alguna forma de representación mágica. Alternativamente, podrían haber servido como tótems. No se sabe por qué más y más muros fueron añadidos en los interiores mientras el santuario fue utilizado, con el resultado de que algunas de las columnas grabadas quedaron escondidas de la vista. Puede que en el lugar se enterrara gente o que no. La razón por la que el complejo fue finalmente enterrado permanece inexplicable. Así que, concluyendo: hasta que no se acumulen más evidencias será muy difícil deducir nada realmente cierto acerca de la cultura que originó este yacimiento.



 Fuente: Wikipedia y Canal History





 

martes, 8 de mayo de 2012

El Triángulo del Dragón


Mucho se ha escrito sobre el famoso Triángulo de las Bermudas, es por esto que no vamos a incidir hoy en ese tema. Pero de lo que muy poca gente tiene conocimiento, debido a que no se le ha dado tanta publicidad, es que en las antípodas de las Bermudas (en el lado contrario del globo terrestre), sucede otro inquietante misterio de desapariciones y naufragios sin explicar.





En el mundo, del lado opuesto al Triángulo de las Bermudas, existe una sección del océano asombrosamente similar en cuanto a su historial de barcos y aviones desaparecidos. Hace ya mil años que los japoneses tienen conciencia de esta peligrosa zona. La han llamado Ma-no Umi: el Mar del Diablo. Durante años los marineros han atribuido las repetidas pérdidas de pesqueros a demonios marinos, agitados dragones que suben a la superficie del océano para apoderarse de los barcos y arrastrarlos con sus tripulantes a sus guaridas submarinas.



El Triángulo del Dragón, al igual que el de las Bermudas, forma un patrón triangular. Partiendo del oeste de Japón, al norte de Tokio, sigue una línea hasta un punto del Pacífico que se encuentra a unos 145 grados de latitud este. Ambos se encuentran en los 35 grados de latitud oeste y este respectivamente. Pero las semejanzas no terminan aquí, ambas zonas se situan en el extremo oriental de las masas continentales, en la caida hacia aguas profunsas donde el mar se ve arrastrado por fuertes corrientes encima de zonas volcánicas activas.



Una larga lista de embarcaciones pesqueras, grandes buques de la armada y aviones de todo tipo han desaparecido junto con toda su tripulación desde hace más de mil años. Tanto los testimonios de supervivientes, como las últimas comunicaciónes de los que no volvieron, apuntan a fallos en los sistemas de navegación, distensiones espaciotemporales y desviaciones de la consciencia de los tripulantes. Se ha comprobado que la actividad magnética de la zona es superior, junto con la del triángulo de las Bermudas, a cualquier zona del globo. Pero lo que nadie puede asegurar es que esta sea la causa de las desapariciones.



Son numerosos los testigos de avistamiento ovni en esta zona del Pacífico. Al igual que en las Bermudas la actividad de naves extraterrestres es enorme. Se baraja la posibilidad de la existencia de una gran base extraterrestre en las profundidades del océano (las fosas alcanzan los 12.000 metros de profundidad), ellos provocarían las anomalías magnéticas y secuestrarían nuestros navios, pero... ¿Para que?... ¿Cual es el fin de tal curuel misión?.



La otra teoría apunta a una conectividad entre los polos magnéticos de los dos triágulos que provoca una brecha espaciotemporal, pero... ¿Cual es el otro lado?... ¿Otro espacio? ¿Otro tiempo? ¿Otra dimensión?. La realidad es que existen dos zonas en la Tierra en las que naves enormes desaparecen sin dejar rastro junto a toda su tripulación, y jamás vuelven a dar señales de vida.

Desenterrando a los Moais

Un moái (del rapanui moai, "escultura") es una estatua de piedra monolítica que sólo se encuentra en la Isla de Pascua o Rapa Nui, perteneciente a laV Región de Valparaíso, Chile.

El significado de los moáis es aún incierto, y hay varias teorías en torno a estas estatuas. La más común de ellas es que las estatuas fueron talladas por los habitantes polinesios de las islas, entre los siglos XII y XVII, como representaciones de antepasados difuntos, de manera que proyectaran su mana (poder sobrenatural) sobre sus descendientes. Debían situarse sobre los ahus (plataformas ceremoniales) con sus rostros hacia el interior de la isla y tras encajarles unos ojos de coral o roca volcánica roja se convertían en el aringa ora (rostro vivo) de un ancestro.

Ahora una sorprendente revelación… las cabezas tienen cuerpo!!








La piedra volcánica color gris, de las cuales están talladas los moai provenía de este volcán Rano Raraku. Todos los moai que estan de pie han sido erigidos recientemente, ya que los mismos habían sido derribados antes el siglo XVIII. La desordenada ubicación de los moai en Rano Raraku indica que probablemente estaban siendo trasladados al Ahu de algunas aldeas y que fueron abandonados a causa de la guerra. El tipo de piedra que se encuentra en el lugar es única en la isla, la que es llamada "Toba Lapilli", la principal característica de ésta es su poca dureza, lo que habría beneficiado a los artesanos permitiéndoles mayor facilidad al momento de tallar los moai. Además de esto, el volcan Rao Raraku, se encontraban cerca del área de la peninsula de "Poike", donde tenían el recurso madera gracias a las palmeras que allí existieron. 

Otro estilo de Moai; Si bien todos los moai son diferentes, todos están tallados bajo el mismo estilo: Ángulos rectos, nariz perfilada, faciones duras, cuerpo estilizado. Sin embargo, fue encontrado por el famosisimo explorador Thor Heyerdahl (uno de los tantos investigadores que han tratado de demostrar la procedencia de la Cultura Polinésica) en una expedición que realizó en 1955: El "Tuku Turi". Este moai a diferencia de los otros, esta sentado, ademas su cuerpo y cabeza son de forma y proporciones mucho mas anatomicamente correctas que el resto de los moais, su nariz es chata y redondeada. Se estima que su data es del siglo VI. "En el libro "Aku Aku" aparece que fue una verdadera sorpresa para los Rapa Nui encontrar este moai, porque nunca habían visto otro similar ni escuchado alguna leyenda acerca del Tuku Turi.




Científicos británicos descubren el origen de las coronas que llevan las enigmáticas esculturas de la Isla de Pascua

Me hago eco de una noticia encontrada en internet mientras buscaba información sobre las excavaciones realizadas en la Isla de Pascua durante estos últimos años.

AGENCIA EFE. Londres - 08/09/2009



Científicos británicos han aclarado parte del misterio de las coronas rojas que ciñen los moais de la cantera Puna Pau de la Isla de Pascua (Chile), gracias al descubrimiento de un camino que se utilizó para transportarlas. Los profesores Sue Hamilton, del University College de Londres, y Colin Richards, de la Universidad de Manchester, han afirmado hoy que las coronas están hechas de rocas volcánicas procedentes de un antiguo volcán de la zona y que fueron elaboradas por los pobladores polinesios de la isla entre los años 1.250 y 1.500.

-Lo que sigue siendo una incógnita, según explicó la Universidad de Manchester en un comunicado de prensa, es cómo lograron aupar estas rocas de varias toneladas de peso hasta lo alto de los moais-. Hamilton y Richards dirigieron el primer equipo británico que visita la isla desde 1914 y fueron los primeros arqueólogos a los que se permitió realizar una excavación en Puna Pau. "Ahora sabemos que las coronas llegaron rodando por una carretera que se construyó con un cemento de polvo de escoria roja comprimida, con una calzada elevada en uno de los lados", explicó Richards, quien señaló que "lo más probable es que fueran empujadas a mano, aunque también es posible que se emplearan troncos de madera".

Hamilton indicó que la Puna Pau está dentro del cráter de un volcán extinguido y que "una tercera parte del cráter fue empleado para la producción de las coronas" de los moais. "Hasta ahora hemos localizado más de 70 coronas en las plataformas ceremoniales y por el camino. Muchas más pueden haberse roto y haber sido incorporadas a las plataformas", añadió. Además, se descubrió un hacha de obsidiana con una hoja de unos 17 centímetros, posiblemente propiedad de uno de los obreros que trabajaron en el transporte de las coronas, que la habría abandonado junto a la carretera como un ofrecimiento a los dioses.

 El hallazgo del hacha y la manera en la que las coronas rotas están alineadas en uno de los lados del camino sugieren, según los investigadores británicos, que la carretera era una avenida ceremonial que conducía hasta la propia cantera. "Ha quedado claro que la cantera tenía un contexto sagrado, pero también un contexto industrial", detalló el profesor Richards, quien recordó que "los polinesios veían el paisaje como algo vivo y consideraban que después de tallar la roca los espíritu entraban a formar parte de las estatuas, como en el caso de los moais. Richards indicó que inicialmente los habitantes del lugar poblado más remoto del planeta (la isla está a 4.000 kilómetros de la costa de Chile) construían los moais con distintos tipos de piedra local y que no fue hasta los años 1.200 y 1.300 cuando dejaron de realizar las estatuas y comenzaron a elaborar la coronas.

La investigación, que va a durar cinco años más, también ofrece detalles sobre la vida de hace 500 años en la isla de Pascua, cuyos habitates, afirmó Hamilton, "vivían en una sociedad exitosa y bien organizada, en un entorno vital bien gestionado". "El 70% de la isla fue transformado en jardines abiertos y en terreno agrícola, donde se utilizaba un elaborado sistema para mantener la humedad de la superficie", dijo.

En cuanto a Puna Pau, se concluyó que fue un lugar secreto, que no se podía ver desde otras partes de la isla y cuya producción no se podía oír al tener lugar en el interior del cráter. Todo parece indicar también, señaló Richards, que existían distintos equipos que trabajaban en la cantera y que competían por tener sus propias áreas de producción dentro de Puna Pau.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El triángulo de las Bermudas

El Triángulo de las Bermudas es un área geográfica con forma de triángulo, con un área aproximada de 1,1 millones de km², situada en el océano Atlántico entre las islas Bermudas, Puerto Rico y Fort Lauderdale (Florida). Es famoso porque a mediados del siglo XX varios escritores publicaron artículos en revistas acerca de la presunta peligrosidad de la zona.

Sin embargo las estadísticas de la Guardia Costera de los Estados Unidos no indican que en esa zona haya más desapariciones de barcos y aviones que en otras zonas de igual tráfico.

Ya desde la era de la vela, las naves que viajaban a Europa pasaban continuamente por esta zona para aprovechar los vientos dominantes y la corriente del Golfo. Luego, con el desarrollo de las máquinas de vapor y los barcos con motores de combustión interna, gran parte del tráfico del Atlántico Norte siguió cruzando (y aún lo hace) a través del área del supuesto «Triángulo de las Bermudas».

La corriente del Golfo, un área con un tiempo muy inestable (conocida por sus huracanes), también pasa por el triángulo al abandonar el mar Caribe. La combinación de un denso tráfico marítimo y el tiempo tempestuoso hace posible que algunos barcos se adentren en tormentas y se pierdan sin dejar rastro, especialmente antes del desarrollo de las telecomunicaciones, el radar y los satélites a finales del siglo XX.

Otras áreas que a menudo se insinúa que poseen características inusuales son:
El Triángulo del Dragón, ubicado en el mar del Diablo, cerca de Japón. En Japón no es conocido debido a que la mayoría de los botes perdidos son pequeñas embarcaciones pesqueras sin radio.
El Vértice Marysburgh ubicado al este del lago Ontario (entre EE. UU. y Canadá).

La primera mención documentada acerca de desapariciones en el área se hizo en 1951: E. V. W. Jones —periodista de Associated Press— escribió respecto a algunos barcos perdidos en la zona de las Bahamas. Jones dijo que las desapariciones de barcos, aviones y pequeños botes eran «misteriosas». Y le dio a esta zona el apodo de «Triángulo del Diablo». Al año siguiente (1952) George X. Sand afirmó en un artículo de Revista de Destino que en esa zona sucedían «extrañas desapariciones marinas».En 1964, el escritor sensacionalista Vincent Gaddis (1913-1997) acuñó el término «Triángulo de las Bermudas» en un artículo de la revista amarillista estadounidense Argosy. Al año siguiente publicó el libro Invisible Horizons: True Mysteries of the Sea (‘Horizontes invisibles: los verdaderos misterios del mar’), donde incluía un capítulo llamado «El mortal triángulo de las Bermudas». Generalmente, Gaddis es considerado el inventor del «triángulo» de las Bermudas.

Pero diez años después, el pretendido misterio se convirtió en un verdadero mito gracias a Charles Berlitz (1914-2003), escritor neoyorquino de ciencia ficción, que en 1974 escribió el superventas El Triángulo de las Bermudas, donde copió bastante texto de Gaddis y recopiló casos de desapariciones (muy manipulados y mal presentados), mezclados con falsedades y flagrantes invenciones.

El Triángulo de las Bermudas ha recibido el crédito de muchas desapariciones que ocurrieron en sus aguas extraoficiales (aunque en algunos casos incorrectamente). A la fecha, la mayoría está de acuerdo en que más de 50 naves y 20 aviones se han perdido sin dejar rastro en esa área particular del océano Atlántico. Aunque la mayoría de estas desapariciones pueden explicarse, muchas otras no pueden serlo, y el tema continúa siendo un debate entre creyentes y escépticos.

*Los incidentes más populares se listan a continuación:

1840: HMS Rosalie, barco que se dirigía a La Habana (Cuba), y fue hallado sin tripulación.

1872: el Mary Celeste (hundido entre las islas Azores y la Península Ibérica, a unos 5000 km de distancia de las islas Bermudas); se debe tener presente que a cada lado del triángulo se le atribuye sólo 1500 km

1902 (4 o 21 de octubre): el Freya, buque alemán encontrado a la deriva «poco después» de zarpar de Manzanillo (Cuba), hacia Chile. En realidad había dado la vuelta a Suramérica por Punta Arenas (sur de Chile) y fue encontrado frente a la costa occidental de México (varios meses después de zarpar de Cuba), arrastrado por las corrientes del océano Pacífico.

1909, noviembre: The Spray, un pequeño yate del aventurero canadiense Joshua Slocum (20 de febrero de 1844 – 14 de noviembre de 1909, o días después).

1917: SS Timandra, que se dirigía a Buenos Aires desde Norfolk (Virginia) con una carga de carbón y una tripulación de 21 personas. No emitió ninguna señal de radio, a pesar de que tenía la capacidad para ello.

1918: se hunde la nave carguera USS Cyclops (AC-4) con 308 hombres a bordo, debido a un huracán.

1921: se hunde la nave carguera Carroll A. Deering en el cabo Hatteras (a 1050 km al oeste de las islas Bermudas y unos 800 km al noroeste del triángulo).

1925 (21 de abril): Raifuku Maru (hundido con testigos en medio de una tormenta a 1063 km al norte de las islas Bermudas)

1925, diciembre: se hunde el carguero estadounidense SS Cotopaxi, «que desde la costa de Florida transmitió que el clima se encontraba en calma, y no envió ninguna señal de auxilio». En realidad, Meyers (capitán del barco) informó por radio que el barco estaba escorando y que tenían la bodega llena de agua.

1926: se hunde el SS Suduffco, debido a un huracán (un capitán que salió en su búsqueda lo llamó «el peor clima que he visto en mi vida»).

1938: se hunde el HMS Angloaustralian en las islas Azores (a más de 4000 km del Triángulo), después de emitir «en la tarde hemos pasado Faial. Todo bien».

1942: el submarino francés Surcouf es embestido por el carguero estadounidense Thompson Lykes cerca del Canal de Panamá (a unos 1800 km del Triángulo).

1945: desaparecen 5 aviones TBM Avenger (el famoso Vuelo 19) de la Marina Estadounidense. Encontrados los restos en 1999. Causa del accidente: los aviones se quedaron sin combustible, se desorientaron en el aire (mal guiado por su lider) y quedaron fuera del radio de telecomunicaciones. Finalmente cayeron al océano.

1948: se hunde el SS Samkey (Berlitz dice que se hundió en 1943, pero ese fue el año de inauguración). Dio su posición: 41° 48’ N 24° O (200 km al noreste de Azores, y a 4200 km al noreste del Triángulo). Sólo transmite: «Todo va bien».

1948: desaparece la aeronave Tudor IV Star Tiger, con 31 pasajeros.

1948: desaparece un avión DC-3 NC16002, con 28 pasajeros y la tripulación.

1949: desaparece el segundo Tudor IV, Star Ariel.

1950: desaparece un avión Globemaster, de la Fuerza Aérea estadounidense.

1950: se hunde el carguero estadounidense SS Sandra (de 350 pies), después de pasar por San Agustín (Florida) en su ruta hacia Puerto Cabello (Venezuela).

1952: desaparece un avión de transporte British York con 33 personas a bordo.

1954: desaparece un avión Lockheed Constellation, de la armada estadounidense, con 42 pasajeros a bordo.

1956: desaparece una avioneta de la marina estadounidense, el Martin P5M, con 10 tripulantes.

1962: desaparece un avión KB-50 Tanker, de la fuerza aérea estadounidense.

1963: se hunde el Marine Sulphur Queen, probablemente al desembarcar de Dry Tortugas; cargaba azufre fundido (posiblemente sin medidas de seguridad).

1967: desaparece un avión militar YC-122 convertido en avión de carga.

1967: se hunde el crucero Witchcraft a una milla de Miami; realizó una llamada a la guarda costera, pero a los 19 minutos ya se había hundido completamente.

1970: se hunde el carguero francés Milton Latrides cuando navegaba desde Nueva Orleans hacia Ciudad del Cabo; llevaba una carga de aceite vegetal y refresco cáustico.

1972 (aunque Berlitz dice 1973): se hunden en una tormenta dos cargueros alemanes: el Anita (de 20.000 toneladas, con una tripulación de 32) y su barco gemelo, el Norse Variant (ambos con carga de carbón). Un sobreviviente de este último fue encontrado flotando en una balsa; describió la pérdida del barco en medio de un huracán. Las olas rompieron la tapa de la compuerta y hundieron rápidamente la nave.

1976: se hunde el SS Sylvia L. Ossa en un huracán al oeste de las Bermudas (fuera del triángulo).

1978: se encuentra abandonado al SS Hawarden Bridge en las Indias Occidentales. Se presume que se debió a un crimen cometido. Meses antes, en febrero, la Guarda Costera de los Estados Unidos lo había detenido en Cape Knox y había encontrado marihuana.

1980: se hunde el SS Poet en un huracán, cuando transportaba granos hacia Egipto.

1995: se hunde el carguero Jamanic K (construido en 1943), tras zarpar de Cap-Haïtien.

1997: se hunde un yate alemán.

1999: se hunde el carguero Genesis después de zarpar del puerto de San Vicente; su carga incluía 465 toneladas de tanques de agua, tablas, hormigón y ladrillos; informó de problemas con una bomba de achique un poco antes de perder el contacto. Se realizó una infructuosa búsqueda en un área de 85 000 km2 (33.000 millas cuadradas).

*Otros barcos:

Atlanta (importante buque no desaparecido; el pequeño bote desaparecido se llama Atalanta).
Connemara IV
Gloria Colite
John and Mary
Rubicon (desaparecido en medio de una tormenta tropical; aunque Berlitz afirma que desapareció en clima normal)
Stavenger (barco inexistente inventado por Berlitz).
Debe notarse que algunos de los casos listados anteriormente, que popularmente están asociados con el Triángulo de las Bermudas, realmente no estuvieron en el área del Triángulo en el momento de su desaparición.

martes, 22 de noviembre de 2011

Las imposibles huellas del río Paluxi

En 1931, fecha a la que nos remite el comienzo de este enigma, en E.E.U.U. seguían latentes los efectos de la gran crisis. La depresión del 29 tardaría en olvidarse. Pero al margen de la económica se había abierto otra que se erigía sobre las creencias y que se revestía con tintes casi bélicos. En esta batalla de ideas, en principio, se enfrentaban dos sectores de la sociedad: evolucionistas y creacionistas.

Entre ambos colectivos se abría una enorme grieta ideológica.

Los evolucionistas aceptaban el gigantesco avance que para la ciencia y el conocimiento suponía la publicación, décadas atrás, de las teorías de Darwin sobre la evolución de las especies, según la cual todos los seres vivos derivamos de otros inferiores. En el caso del ser humano, el darwinismo consideraba, y considera, que hombres y chimpancés procedíamos de un mismo ancestro común, una suerte de primate original.

Al otro lado de la trinchera estaban los creacionistas, quienes seguían aferrándose a un viejo dogma promulgado por el arzobispo irlandés de Armagh a mediados del siglo XVII. Para ellos, la Tierra, tal cual es hoy, con sus seres vivos sobre la superficie, fue creada por Dios en el año 4004 A.C. En opinión de este grupo, antes de esa fecha no existía ser viviente alguno.

Y en medio de esa batalla -hoy afortunadamente casi superada a favor del evolucionismo- que provocó encendidos debates, juicios y hasta leyes a favor y en contra de una tendencia u otra según el estado en el que se dictaran, surgió el enigma del río Paluxi en Texas.

En realidad, el descubrimiento se había efectuado en 1908, cuando fueron encontradas pisadas de dinosaurios impresas en los sedimentos de hace doscientos millones de años que se extendían a la vera del río.

Sin embargo, junto a esas huellas, había otras improntas pertenecientes a pies humanos. Ni entonces y menos ahora, a la luz de los actuales conocimientos científicos, aquello tenía justificación, puesto que ambas huellas se tendrían que haber formado al mismo tiempo, pero dinosaurios y hombres jamás convivieron. Aquellos desaparecieron de la faz de la Tierra hace sesenta y cinco millones de años, cuando un enorme asteroide impactó en lo que es hoy el golfo de México, alterando la realidad geológica y medioambiental del planeta. Mientras, nosotros los humanos, surgimos bajo la apariencia de primitivas formas homínidas, muy simiescas, hace sólo algo más de seis millones de años.

Los creacionistas interpretaron aquel hallazgo como un espaldarazo a sus tesis. Pero era pura alquimia ideológica: decían que las huellas demostraban que seres humanos y grandes saurios habían convivido porque, sencillamente, ambos aparecieron hace seis mil años sobre el planeta por obra y gracia de un Dios creador.

De ese modo pensaba un reverendo ? y también científico- llamado Cliford Burdick. Armado con su fundamentalismo a modo de espada, alentó a los sectores más tradicionales de la sociedad americana explicándoles que las huellas del río Paluxi destronaban a Darwin y todas sus teorías -digo ¿tonterías?, que decía Burdick- sobre la evolución. Sin embargo, el triunfo de la ciencia sobre la sinrazón creacionista no logró que el enigma de Paluxi dejara de serlo. Los fundamentalistas cedieron, y hoy el misterio es puramente científico. La gran pregunta, al hilo del hallazgo, sigue en pie: ¿acaso convivieron seres humanos y dinosaurios en alguna ocasión? La lógica, la razón y la verdad científica invitaban a pensar que no, pero no pueden explicar cómo se sedimentaron a la vez ambos tipos de huellas.

En el año 1970, un equipo de la Universidad Loma Linda investigó aquellas huellas humanas que, teóricamente, doscientos cincuenta millones de años de antigüedad. Auspiciados por fondos públicos, y con el pesado encargo de satisfacer las teorías científicas, se vieron en la obligación de buscar una justificación.

Y salieron por peteneras: "Son marcas deformadas", dijeron. Aún deben estar escondidos.

Posteriormente, un científico llamado Glein Suban examinó las citadas huellas. Parecen humanas, pensó. Y pensó bien, habida cuenta de su aspecto. Pero tampoco quería cargar con el mochuelo, así que redobló el alcance de su imaginación y he aquí que dijo: "Huellas de un tipo de dinosaurio con planta muy parecida a la humana."

Aún está esperando que se encuentren otras huellas similares en cualquiera de los mil y un yacimientos de dinosaurios que se extienden por todo el planeta?

Ninguna de las dos hipótesis alternativas obtuvo crédito.

En la década de los noventa del s. XX, las huellas han vuelto a ser estudiadas por el doctor Dale Patterson. Tras analizarlas, y no sin dosis de valor infinitas, concluyó: -Presentan la curvatura típica y marca propias de las huellas humanas. Aunque estén sedimentadas hace cientos de millones de años, pertenecen a hombres.-

Hoy podemos asegurar que evolucionistas y creacionistas se equivocaron en el análisis del enigma. Los primeros pecaron de ser, en este caso, unos cabeza cuadrada. Los segundos, no demostraron ser otra cosa más que fanáticos. Ni unos ni otros han podido solucionar el misterio. La cuestión sigue en pie, de forma casi perenne: ¿por qué están ahí esas huellas humanas junto a otras de dinosaurio? Sólo se me ocurre pensar que, o bien existió una humanidad anterior a la nuestra que convivió con los grandes saurios, o bien los primeros homínidos aparecieron mucho antes de lo que se cree o, puestos a aventurarnos, que un hombre del futuro viajó cuan crosmonauta a un tiempo pasado y pisó donde no debía hacerlo. ¿Qué queréis que os diga? Desconozco qué respuesta es la válida.

La información para ésta entrada ha sido sacada de la página web Enigmas. Reconozco que, mientras leía el artículo, empezó a sonarme a un texto que ya había leído en algún libro. Me levanté, fuí a la biblioteca y eché mano de 100 Enigmas del Mundo, de Bruno Cardeñosa, y ¡Bingo! el anterior texto sale, letra por letra, de uno de sus capítulos sobre Ooparts. Os recomiendo el libro, es una fuerte base y referente para éste blog que seguro os gusta, seguro que ya empezáis a enlazar fechas y datos y a cabilar y...

La esfinge, esa gran desconocida

La esfinge, esa gran desconocida