martes, 8 de mayo de 2012

El Triángulo del Dragón


Mucho se ha escrito sobre el famoso Triángulo de las Bermudas, es por esto que no vamos a incidir hoy en ese tema. Pero de lo que muy poca gente tiene conocimiento, debido a que no se le ha dado tanta publicidad, es que en las antípodas de las Bermudas (en el lado contrario del globo terrestre), sucede otro inquietante misterio de desapariciones y naufragios sin explicar.





En el mundo, del lado opuesto al Triángulo de las Bermudas, existe una sección del océano asombrosamente similar en cuanto a su historial de barcos y aviones desaparecidos. Hace ya mil años que los japoneses tienen conciencia de esta peligrosa zona. La han llamado Ma-no Umi: el Mar del Diablo. Durante años los marineros han atribuido las repetidas pérdidas de pesqueros a demonios marinos, agitados dragones que suben a la superficie del océano para apoderarse de los barcos y arrastrarlos con sus tripulantes a sus guaridas submarinas.



El Triángulo del Dragón, al igual que el de las Bermudas, forma un patrón triangular. Partiendo del oeste de Japón, al norte de Tokio, sigue una línea hasta un punto del Pacífico que se encuentra a unos 145 grados de latitud este. Ambos se encuentran en los 35 grados de latitud oeste y este respectivamente. Pero las semejanzas no terminan aquí, ambas zonas se situan en el extremo oriental de las masas continentales, en la caida hacia aguas profunsas donde el mar se ve arrastrado por fuertes corrientes encima de zonas volcánicas activas.



Una larga lista de embarcaciones pesqueras, grandes buques de la armada y aviones de todo tipo han desaparecido junto con toda su tripulación desde hace más de mil años. Tanto los testimonios de supervivientes, como las últimas comunicaciónes de los que no volvieron, apuntan a fallos en los sistemas de navegación, distensiones espaciotemporales y desviaciones de la consciencia de los tripulantes. Se ha comprobado que la actividad magnética de la zona es superior, junto con la del triángulo de las Bermudas, a cualquier zona del globo. Pero lo que nadie puede asegurar es que esta sea la causa de las desapariciones.



Son numerosos los testigos de avistamiento ovni en esta zona del Pacífico. Al igual que en las Bermudas la actividad de naves extraterrestres es enorme. Se baraja la posibilidad de la existencia de una gran base extraterrestre en las profundidades del océano (las fosas alcanzan los 12.000 metros de profundidad), ellos provocarían las anomalías magnéticas y secuestrarían nuestros navios, pero... ¿Para que?... ¿Cual es el fin de tal curuel misión?.



La otra teoría apunta a una conectividad entre los polos magnéticos de los dos triágulos que provoca una brecha espaciotemporal, pero... ¿Cual es el otro lado?... ¿Otro espacio? ¿Otro tiempo? ¿Otra dimensión?. La realidad es que existen dos zonas en la Tierra en las que naves enormes desaparecen sin dejar rastro junto a toda su tripulación, y jamás vuelven a dar señales de vida.

Desenterrando a los Moais

Un moái (del rapanui moai, "escultura") es una estatua de piedra monolítica que sólo se encuentra en la Isla de Pascua o Rapa Nui, perteneciente a laV Región de Valparaíso, Chile.

El significado de los moáis es aún incierto, y hay varias teorías en torno a estas estatuas. La más común de ellas es que las estatuas fueron talladas por los habitantes polinesios de las islas, entre los siglos XII y XVII, como representaciones de antepasados difuntos, de manera que proyectaran su mana (poder sobrenatural) sobre sus descendientes. Debían situarse sobre los ahus (plataformas ceremoniales) con sus rostros hacia el interior de la isla y tras encajarles unos ojos de coral o roca volcánica roja se convertían en el aringa ora (rostro vivo) de un ancestro.

Ahora una sorprendente revelación… las cabezas tienen cuerpo!!








La piedra volcánica color gris, de las cuales están talladas los moai provenía de este volcán Rano Raraku. Todos los moai que estan de pie han sido erigidos recientemente, ya que los mismos habían sido derribados antes el siglo XVIII. La desordenada ubicación de los moai en Rano Raraku indica que probablemente estaban siendo trasladados al Ahu de algunas aldeas y que fueron abandonados a causa de la guerra. El tipo de piedra que se encuentra en el lugar es única en la isla, la que es llamada "Toba Lapilli", la principal característica de ésta es su poca dureza, lo que habría beneficiado a los artesanos permitiéndoles mayor facilidad al momento de tallar los moai. Además de esto, el volcan Rao Raraku, se encontraban cerca del área de la peninsula de "Poike", donde tenían el recurso madera gracias a las palmeras que allí existieron. 

Otro estilo de Moai; Si bien todos los moai son diferentes, todos están tallados bajo el mismo estilo: Ángulos rectos, nariz perfilada, faciones duras, cuerpo estilizado. Sin embargo, fue encontrado por el famosisimo explorador Thor Heyerdahl (uno de los tantos investigadores que han tratado de demostrar la procedencia de la Cultura Polinésica) en una expedición que realizó en 1955: El "Tuku Turi". Este moai a diferencia de los otros, esta sentado, ademas su cuerpo y cabeza son de forma y proporciones mucho mas anatomicamente correctas que el resto de los moais, su nariz es chata y redondeada. Se estima que su data es del siglo VI. "En el libro "Aku Aku" aparece que fue una verdadera sorpresa para los Rapa Nui encontrar este moai, porque nunca habían visto otro similar ni escuchado alguna leyenda acerca del Tuku Turi.




Científicos británicos descubren el origen de las coronas que llevan las enigmáticas esculturas de la Isla de Pascua

Me hago eco de una noticia encontrada en internet mientras buscaba información sobre las excavaciones realizadas en la Isla de Pascua durante estos últimos años.

AGENCIA EFE. Londres - 08/09/2009



Científicos británicos han aclarado parte del misterio de las coronas rojas que ciñen los moais de la cantera Puna Pau de la Isla de Pascua (Chile), gracias al descubrimiento de un camino que se utilizó para transportarlas. Los profesores Sue Hamilton, del University College de Londres, y Colin Richards, de la Universidad de Manchester, han afirmado hoy que las coronas están hechas de rocas volcánicas procedentes de un antiguo volcán de la zona y que fueron elaboradas por los pobladores polinesios de la isla entre los años 1.250 y 1.500.

-Lo que sigue siendo una incógnita, según explicó la Universidad de Manchester en un comunicado de prensa, es cómo lograron aupar estas rocas de varias toneladas de peso hasta lo alto de los moais-. Hamilton y Richards dirigieron el primer equipo británico que visita la isla desde 1914 y fueron los primeros arqueólogos a los que se permitió realizar una excavación en Puna Pau. "Ahora sabemos que las coronas llegaron rodando por una carretera que se construyó con un cemento de polvo de escoria roja comprimida, con una calzada elevada en uno de los lados", explicó Richards, quien señaló que "lo más probable es que fueran empujadas a mano, aunque también es posible que se emplearan troncos de madera".

Hamilton indicó que la Puna Pau está dentro del cráter de un volcán extinguido y que "una tercera parte del cráter fue empleado para la producción de las coronas" de los moais. "Hasta ahora hemos localizado más de 70 coronas en las plataformas ceremoniales y por el camino. Muchas más pueden haberse roto y haber sido incorporadas a las plataformas", añadió. Además, se descubrió un hacha de obsidiana con una hoja de unos 17 centímetros, posiblemente propiedad de uno de los obreros que trabajaron en el transporte de las coronas, que la habría abandonado junto a la carretera como un ofrecimiento a los dioses.

 El hallazgo del hacha y la manera en la que las coronas rotas están alineadas en uno de los lados del camino sugieren, según los investigadores británicos, que la carretera era una avenida ceremonial que conducía hasta la propia cantera. "Ha quedado claro que la cantera tenía un contexto sagrado, pero también un contexto industrial", detalló el profesor Richards, quien recordó que "los polinesios veían el paisaje como algo vivo y consideraban que después de tallar la roca los espíritu entraban a formar parte de las estatuas, como en el caso de los moais. Richards indicó que inicialmente los habitantes del lugar poblado más remoto del planeta (la isla está a 4.000 kilómetros de la costa de Chile) construían los moais con distintos tipos de piedra local y que no fue hasta los años 1.200 y 1.300 cuando dejaron de realizar las estatuas y comenzaron a elaborar la coronas.

La investigación, que va a durar cinco años más, también ofrece detalles sobre la vida de hace 500 años en la isla de Pascua, cuyos habitates, afirmó Hamilton, "vivían en una sociedad exitosa y bien organizada, en un entorno vital bien gestionado". "El 70% de la isla fue transformado en jardines abiertos y en terreno agrícola, donde se utilizaba un elaborado sistema para mantener la humedad de la superficie", dijo.

En cuanto a Puna Pau, se concluyó que fue un lugar secreto, que no se podía ver desde otras partes de la isla y cuya producción no se podía oír al tener lugar en el interior del cráter. Todo parece indicar también, señaló Richards, que existían distintos equipos que trabajaban en la cantera y que competían por tener sus propias áreas de producción dentro de Puna Pau.

La esfinge, esa gran desconocida

La esfinge, esa gran desconocida